03/07/2012
La ciudad de la Sirenita ya puede presumir de ser sostenible. Copenhague convenció a los jueces de que su propuesta como "tigre verde" tenía suficiente garra para defender la capitalidad verde europea. Dinamarca fue el primer estado en implementar una ley sobre medio ambiente, y desde entonces, la calidad de vida ha tenido prioridad en su agenda.
"Tigre verde", porque la ciudad superó a China en el
sector ecológico. En cinco años, dobló su volumen de negocios de este
sector. La ciudad no se queda en ser sólo la Green Capital: para 2025
quiere ser la primera ciudad con una emisión neutra de CO2. Y entre 2007
y 2011, fue la primera Ciudad Bici del mundo. Ya desde 1995 la ciudad
contaba con una red de préstamo gratuito de bicicletas. Cada día, los
ciclistas de Copenhague recorren entre todos 1,1 millones de kilómetros.
No es de extrañar, en 2010, se cuantificó que el 35% de los viajes al
trabajo eran hechos sobre dos ruedas. Ha centrado varias campañas
turísticas en este medio de transporte, de hecho, se dice que el
monumento más fotografiado en Copenhague no es la sirenita, es un
copenhagués en su bici. Un 23% de los turistas que llegan a la ciudad lo
hace por su cultura ciclista.
Desde hace años el puerto de la ciudad tiene bandera
azul, al igual que múltiples playas cercanas a la capital. La bandera
azul significa que el agua está limpia para que cualquiera que lo desee
se pueda bañar en él. Para 2015 esperan conseguir la bandera azul para
todas las aguas que rodean la capital. La ciudad tiene, además de aguas
limpias, numerosos parques, se calcula que ocho de cada diez habitantes
tiene un espacio verde a menos de 300 metros de su hogar. Además de ser
Capital Verde, se considera la capital mundial de comida orgánica, con
una amplia variedad de tiendas de este tipo y el récord mundial de
consumo de estos productos. Se han tomado pasos en el aprovechamiento de
la basura que producen en la ciudad, el 90% de los inmuebles la
calefacción viene de combustible hecho a base de residuos.
Pero antes que mostrar los efectos positivos para el
ambiente, la candidatura de Copenhague ha defendido los beneficios
sociales que tienen las iniciativas verdes adoptadas. El uso de bicis
rebaja los niveles de CO2, pero sobre todo, mejora la calidad de vida de
sus ciudadanos, que tienen menos estrés, y alargan sus expectativas de
vida. También genera empleo, al abrir el sector de venta y alquiler de
bicicletas. La limpieza del agua en el puerto ha traído consigo una
completa renovación de la zona, creando nuevas tiendas y cafeterías,
haciendo de ella un gran atractivo para habitantes y turistas. Y lo
verde está en auge, la ciudad se ha clasificado como líder mundial para
tecnología limpia, empresas limpias y edificios sostenibles.La revista
Monocle la eligió en 2009 como la ciudad con mejor calidad de vida.
La gala de Montehermoso
La gala en la que se decidió el ganador resultó una amena
velada en el palacio de Montehermoso. Un cuarteto de cuerda de la
escuela Luis Aramburu amenizó la entrada de los asistentes, entre los
que abundaban las corbatas verdes, al cóctel de bienvenida. Los
concejales Miguel Garnica y Alfredo Iturricha, o el secretario general
de los populares vascos, Iñaki Oyarzábal, optaron por ese complemento.
Verde era también la botella del refrigerio más demandado, flamante
patrocinador de la capitalidad vitoriana.
A las 19.50 horas llegaron al edificio el alcalde, Javier
Maroto, y el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik. El
político europeo se mostró sorprendido del cambio recibido experimentado
por el antiguo depósito municipal de aguas. Poco después, entraron el
diputado general de Álava, Javier de Andrés, y el ministro de
Agricultura, Miguel Arias Cañete. Tras ellos, el lehendakari, Patxi
López.
Poco a poco, los asistentes se fueron acomodando en sus
mesas. La gala en sí arrancó a las 20.45 horas y estuvo presentada por
Vanessa Sánchez. En la explicación se intercaló el castellano, el
euskera y el inglés.
Acto seguido fue el turno de Potocnik, que se expresó en
inglés, y a continuación Maroto, que en uno de los momentos de la noche
se atrevió a entonar una pequeña bienvenida tanto en alemán como en
danés e inglés en deferencia a las delegaciones de las ciudades
candidatas y "para relajar la tensión". El experimento funcionó y, entre
aplausos y alguna risita, el alcalde salió airoso.
Finalmente, los alcaldes de Bristol, Copenhague y
Frankfurt presentaron oficialmente sus candidaturas. y con un poco de
retraso sobre el horario previsto, entorno a las 21.55 horas, Karl
Falkenberg, presidente del jurado, ofrecía un nuevo discurso antes de
que se diera a conocer la decisión. Copenhague, la gran favorita.
Entonces, el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, hizo
entrega del diploma y el trofeo, en forma de árbol dorado, con el que se
designa a las capitales verdes europeas.