Salvador Rueda, el padre del Plan de Movilidad que ha
revolucionado el concepto de transporte público en Vitoria, cree que hay
suficientes zonas verdes en la ciudad consolidada y hay que pensar en
redensificar, acolmatar de viviendas y comercios los espacios vacíos.
«14 metros cuadrados por habitante de media sin contar el anillo verde
es fantástico. Como mucho se podrá llegar a 16 ó 17 en las próximas
décadas. Pero hay zonas de 24 metros, de 41 y hasta de 122 metros
cuadrados en Aretxabaleta, por ejemplo. Es una barbaridad. Esto es
urbanización, no es calle, no es vida de ciudad. Eso no lo queremos»,
destacó ayer durante la presentación del Plan de Indicadores de
Sostenibilidad Urbana de Vitoria ante las comisiones de Urbanismo y
Medio Ambiente del Ayuntamiento.
El informe es de una importancia capital para el futuro
porque va a marcar las políticas de planificación urbanística y
crecimiento con criterios ecológicos hasta el año 2050 y va a convertir a
la capital alavesa en la ciudad media más sostenible del planeta. «Al
menos somos los primeros que arrancamos con ese objetivo», indicó el
psicólogo y biólogo catalán.
La exposición sobre el informe de Rueda duró en torno a
40 minutos. Su contenido es una radiografía actual de la ciudad con 50
indicadores y traza cómo se debe actuar para alcanzar escenarios
diferentes en 2020 y 2050. La reacción de los grupos políticos
municipales fue de consenso absoluto. PSE, PP, PNV, EA y EB aplaudieron
el modelo de urbe al que quiere acercarse la ciudad. La importancia de
ese hecho fue resaltada por Rueda, que dijo que Vitoria «va a ser
envidiada por muchas capitales europeas porque se va a convertir en una
referencia internacional que traerá muchas posibilidades económicas y
puestos de trabajo», agregó.
Autarquía energética
El modelo integral de ciudad planteado por Salvador Rueda
es el de una urbe compacta frente a la dispersa, ecológica, eficiente,
con emisión cero de carbono, autárquica energéticamente, «como si fuera
una isla», con menor dependencia del exterior, con espacios públicos de
calidad y movilidad sostenible, y con cohesión social. «Todas las
ciudades van a empezar a competir en estos aspectos, pero Vitoria está
mejor posicionada que ninguna. No podrá compararse a las más grandes,
pero sí a las medianas. No podrá competir en consumo, pero sí en
información y conocimiento. Es la primera vez que una ciudad mide todos
esos parámetros. Es un proceso largo pero lo importante es saber dónde
vamos», relató.
La implantación del Plan de Movilidad y Espacio Público y
las acciones del Plan de Lucha contra el Cambio Climático (mejora del
confort acústico y calidad del aire) supondrán una mejora del concepto
de habitabilidad en el espacio público: del 27% de la superficie en
2010, se pasará al 65% en el escenario de 2020 y al 69% treinta años
después. La situación es mejor en los barrios del centro, más compactos,
que en los de la periferia, con edificaciones más dispersas.
Un aspecto fundamental será el menor empleo del coche
privado en beneficio del transporte público. Los expertos calculan que
del 33% del uso actual se irá al 10% en un horizonte de 2020. Y en 2050
será obligatorio mantenerse en ese porcentaje. El transporte colectivo
va a mejorar considerablemente. Se generalizará la frecuencia de 5
minutos y el uso de la bicicleta se multiplicará. El 98% de la población
estará a menos de 300 metros de 3 de las 4 redes de transporte, el bus,
el tranvía, la senda peatonal o la red ciclista y se reducen los
aparcamientos en calzada, indica el informe elaborado por el Aula de
Ecología Urbana de Barcelona.
La ciudad seguirá incrementando las áreas peatonales, que
pasarán desde el 38% de ahora al 65%. Se va a crear una nueva zona
centro en torno a la plaza de América Latina y el consumo energético del
vitoriano se reducirá de 12 megawatios hora/habitante a 8,69, además
que no se emitirá carbono a la atmósfera.