Redacción
La superestrella norteamericana vuelve a Francia con la intención de dar espectáculo. Con las balas de Klöden y Leipheimer en la recámara, ha formado un equipo potente con los ex compañeros del Astana que le permitieron acabar tercero el año de su vuelta a la competición.
A sus 38 años sus posibilidades de triunfo pasan por la estrategia y la toma de decisiones en carrera. Su rendimiento como contrarrelojista ha bajado, así como su capacidad para la escalada, pero mantiene su increíble capacidad de resistencia y sufrimiento.
Durante el presente año su mejor resultado ha sido el segundo puesto en la general de la Vuelta a Suiza, apenas unos días antes de iniciar el Tour y una semana después de su tercer lugar en la Vuelta a Luxemburgo. Ambos logros indican que ha afinado su forma para esta época del año con el fin de afrontar con garantías el último Tour de su carrera.