Premios Oscar 2010

James Cameron con las gafas 3D para ver 'Avatar'.

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Cameron ha hecho ya tantas veces la película más cara de la historia, y posteriormente, la película que más ha recaudado en la historia, que no hay nadie en el mundillo que se atreva a toserle

Para ser canadiense (Ontario, 1954), James Cameron se ha convertido en el más grande tamborilero de Hollywood y el que mejor dobla y redobla ante el asombro de todo el mundo. Tiene una filmografía tan excepcional y tan inabarcable que aquella frase suya de "Soy el rey del mundo" cuando ganó un saco de Oscar con 'Titanic' se ve hoy en día casi como un gesto de humildad. Cameron ha hecho ya tantas veces la película más cara de la historia, y posteriormente, la película que más ha recaudado en la historia, que no hay nadie en el mundillo que se atreva a toserle. Nadie, salvo su ex mujer, Kathryn Bigelow, quien con su película 'En tierra hostil' se perfila como la gran rival para la próxima ceremonia de los Oscar.

James Cameron comenzó bien pronto con su pequeño vicio por el gran espectáculo, y caro, a pesar de haber trabajado en sus comienzos para Roger Corman, célebre por no gastarse un dólar de más en una película. Los éxitos de 'Terminator' y 'Aliens'. El regreso' fueron tan fabulosos que le permitieron acometer su primer asalto a la película más cara de la historia, que entonces fue 'The Abyss', una hondísima historia de romance e intriga en el fondo del mar.

En 'Terminator 2', en 'Mentiras arriesgadas' y luego en 'Titanic' fue superándose a sí mismo tanto en presupuesto como en éxito, convirtiéndose en un cineasta imparable que, sorprendentemente, paró ahí: después de 'Titanic' (1997) estuvo absorto en su propio choque contra el iceberg, y comenzó la década y el milenio con algunos proyectos que no cuajaron y con una obsesión plasmada en unos cuantos documentales submarinos y en una rara manía por impulsar el 3D, donde ha desarrollado hasta tal punto la técnica que parte de su magnífico resultado se puede ver en 'Avatar', su última película, de nuevo la más cara de la historia y por supuesto la que más ha recaudado... 'Avatar' es tan sólo una entrega de un paquete que no le cabría en el Titanic, pues está anclada a su próxima película, 'Battle Angel', con técnicas de filmación y proyección parecidas a 'Avatar' y en la que ha adaptado los tres primeros volúmenes de una obra japonesa de Yukito Kishiro llamada 'GUNNM'.

Como cineasta, James Cameron reúne sobredosis de varios elementos y virtudes, como su tonelaje tecnológico (inventa y patenta las cámaras con las que rueda algunas de sus películas), su capacidad visionaria, su facilidad narrativa, su talento emocional, sus alicientes visuales y su inclinación fantástica y novelera, en ocasiones casi poética. Por lo general, su cine es mucho más profundo de lo que aparenta y no es raro que los críticos de medio mundo se queden un par de peldaños por debajo de sus películas, anestesiados por el hecho de que sean monumentales y directas. Es el caso reciente de 'Avatar', lanceada de peros y pretextos a costa de una supuesta superficialidad y vulgaridad en su argumento, a la vez que resulta imposible sortearla sin admitir que hace buena esa frase, también manida, de "lo nunca visto".