Premios Oscar 2010

 

Claves. Repaso a un año de cine americano.

Hollywood cogió su fusil

'En tierra hostil' es un baño de realidad que muestra la guerra de Irak a través de un adicto a la adrenalina natural que le produce la desactivación de bombas

por Francisco Griñán

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Hollywood cogió su fusil

Fotograma de 'En tierra hostil'.

El género bélico tuvo tintes propagandísticos con la II Guerra Mundial, pero todo cambió con Vietnam. La autocrítica fue ganando terreno y la herida de aquella guerra que acabó con retirada ametralló los guiones durante cuatro décadas

'En tierra hostil' ('The Hurt Locker', 2009) está dispuesta a dar la batalla. 'Avatar' (2009) tiene la mayoría de las papeletas -léase nueve candidaturas al Oscar y el éxito que supone la instauración oficiosa del cine 3D en todo el mundo-, pero la guerrillera cinta parte con las mismas nominaciones y un argumento sobre una unidad de soldados-artificieros que pretende 'explotar' el papel de película sorpresa en los Oscar. Sin ir más lejos, ahí está el reciente resultado de los premios Bafta, en los que el belicoso filme tumbó a la todopoderosa cinta de efectos especiales. Paradójicamente, la cruzada entre ambas producciones es también un enfrentamiento entre dos ex, James Cameron y Katryn Bigelow, que en el fondo no han hecho una película tan diferente: ambos retratan la historia de soldados invasores que se encuentran en mundos hostiles. Pero hasta ahí las semejanzas. 'Avatar' es una pura fantasía con mensaje ecologista y 'En tierra hostil' es un baño de realidad que muestra la guerra de Irak a través de un adicto a la adrenalina natural que le produce la desactivación de bombas.

La corriente combativa y antibelicista de Hollywood viene de lejos. El género tuvo tintes propagandísticos con la II Guerra Mundial -películas de buenos y malos, para entendernos-, pero todo cambió con Vietnam. La autocrítica fue ganando terreno -zarandeada también por la ideología demócrata que gana por mayoría absoluta en Sunset Boulevard- y la herida de aquella guerra que acabó con retirada ametralló los guiones de los cineastas norteamericanos durante cuatro décadas. Un viaje que partió del patriotismo, pero acabo reprobando métodos y resultados, e intentando responder a  la pregunta "¿que hacemos en una guerra que no es nuestra?". Irak y Afganistán son el nuevo Vietnam. Estados Unidos ya ha perdido más de 5.000 soldados en Oriente Medio y la cifra sólo hace aumentar. Una sangría que ha cambiado por completo la conciencia del pueblo norteamericano que ha pasado de pedir la guerra contra Sadam y los talibanes a cuestionarse su papel en estas contiendas de mil y una noches.

Un cambio social que ha tenido su reflejo en la gran pantalla. Así, de visiones triunfalistas e incluso festivas sobre la primera guerra de Irak, caso de 'Tres reyes' ('Three Kings', 1999) -una actualización no confesa de 'Los violentos de Kelly' ('Kelly's Heroes', 1970)-, se pasó a disparos más certeros y cargados de crítica y mea culpa. Robert Redford fue uno de los primeros en apuntar para casa al culpar a políticos, medios de comunicación y al propio pueblo norteamericano de buscar la guerra en 'Leones por corderos' ('Lions for Lambs', 2007); Brian de Palma retrató los excesos de los soldados entre la población iraquí en 'Redacted' (2007), Paul Haggis apuntaló la marca violenta que deja la guerra en los jóvenes que vuelven del frente en 'En el valle de Elah' ('In the Valley of Elah', 2007) y Gavin Hood denunció con valentía los vuelos de la CIA y los interrogatorios extremos a supuestos terroristas en 'Expediente Anwar' ('Rendition', 2007). Ridley Scott también se apuntó a la corriente crítica contra la guerra de George Bush al censurar los métodos violentos para combatir el terrorismo en 'Red de mentiras' ('Body of Lies', 2008), aunque esta misma línea ya la transitó antes una cinta clarificadora y demoledora con la política belicista de Estados Unidos: 'Syriana' (2005), de Stephen Gaghan.

Todas estas películas no sólo han tenido en común su visión antibelicista sobre el papel norteamericano en Oriente Medio. También han coincidido en su resultado: la alabanza de la crítica y la indiferencia en la taquilla en Estados Unidos. El público no parece preparado para ver en la pantalla sus errores y miserias en Irak y Afganistán. Tal vez por eso, Kathryn Bigelow ha dejado el antibelicismo en un segundo plano y nos cuenta una vibrante película sobre un artificiero adicto a las bombas que, cosas del guión, sirve en el infierno de Irak.

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Tráiler de 'En tierra hostil'.

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